NO HAY TRABAJO PARA MÍ
Con unas muletas una bolsita y un sombrero, se ve a un hombre en el puente que está a la salida del Maxitunel en la Avenida López Portillo. Se sienta en el descanso de las escaleras del puente y pide limosna todas las mañanas, él es originario de Cruz Grande Gro. y vive en Acapulco con una sobrina suya. Él es un hombre de aproximadamente 63 años y es discapacitado.
Hace algunos años él tenía un empleo y con lo que ganaba ayudaba con los gastos de la casa, pero a causa de un accidente perdió una pierna y por consiguiente su trabajo. Desde hace doce años está en Acapulco viviendo con su sobrina, porque él nunca se casó y no tiene más parientes que ella, hace mucho que murieron sus padres y su última hermana. Ahora trata de conseguir unos centavos para ayudar a su sobrina y no ser una carga más para ella.
Hace algunos años él tenía un empleo y con lo que ganaba ayudaba con los gastos de la casa, pero a causa de un accidente perdió una pierna y por consiguiente su trabajo. Desde hace doce años está en Acapulco viviendo con su sobrina, porque él nunca se casó y no tiene más parientes que ella, hace mucho que murieron sus padres y su última hermana. Ahora trata de conseguir unos centavos para ayudar a su sobrina y no ser una carga más para ella.
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