TENEMOS HAMBRE

Caminando por el centro de la Ciudad de Acapulco hay una mujer indígena que viene de Xalpatláhuac, camina descalza y con una mano estidrada diciendo: tenemos hambre. Una mujer se le acerca y le pregunta que de dónde es, a lo que la mujer responde "tenemos hambre" y se sigue caminando por la zona centro.
Ella habla un dialecto, dice que en su tierra se siembra la jamaica y que se vino aquí pensando que le iría bien, pero terminó en lo que hace hoy, pidiéndo dinero para poder sostenerse ella sola.
Entiende muy poco el español, siempre está sola, caminando sin rumbo fijo.

ADULAM

La palabra Adulam significa lugar de refugio. Ese es el compromiso de Adulam A.C., asociación fundada en 1996 por su director Emilio Beltrán Saldaña: servir como un lugar de refugio para toda persona que sufre problemas como drogadicción, alcoholismo, maltrato, abuso físico y sexual, delincuencia y desintegración familiar; al tiempo que apoya en su rehabilitación a niños de la calle, a niños indígenas y a grupos marginados.
Las estadísticas respecto a problemas que enmarcan situaciones de descomposición social, son cada vez más alarmantes en la República Mexicana, y es por eso que Adulam tiene presencia en diferentes áreas del país como: México, D.F.; Cuernavaca y Alpuyeca, Morelos; Acapulco, Guerrero; Veracruz, Veracruz; Puerto Escondido, Oaxaca; Apizaco, Tlaxcala y Cintalapa, Chiapas.
Estas son las algunas de las actividades que Adulam proporciona con el fin de integrar a la sociedad a quienes lo requieren:
-Brindar habitación.
-Proporcionar alimentación.
-Educación académica.
-Capacitar para la elaboración de manualidades y talleres productivos.
-Conferencias de educación sobre salud.
-Evaluación médica para atender sus deficiencias físicas y mentales.
-Actividades culturales, deportivas y recreativas.
-Dar una formación moral y espiritual por medio de valores en terapias

grupales e ndividuales.

LA GENTE OPINA:

En entrevistas que se realizaron a la gente que transitaba cerca de mendigos, mucha gente dice que se hace de la vista gorda para no darles dinero, hay otras que se fijan en la edad que pueda tener y respecto a esto les dan limosna, otros dicen que no les dan dinero porque no tienen necesidad (incluso contaron anécdotas sobre uno hombre que pedía limosna y en las tardes se le veía comiendo en vips bien vestido).
La opinión que tienen la gente hacia los mendigos, es que algunos mendigan por no trabajar y de eso comen. Otros dijeron que son personas peligrosas por que la mayoría de ellos tienen vicios, por la vida que llevan.
Cuando se preguntó acerca de la solución que darían a éste problema, la gente dijo que pondría casas hogar y que los niños conforme crecieran adquirirían un trabajo. Otros dijeron que los pondrían a vender dulces o hacer manualidades en el caso de ancianos que mendigan.
Cuando se preguntó si conocían algún programa de gobierno que apoyara a éstas personas simplemente se encogieron de hombros y dijeron que no conocían ningúno.

COMO SI NO EXISTIERAN

Él tiene actualmente 77 años, perdió las dos piernas en un accidente automovilístico, él iba en un urbano y éste se volteó, y sus piernas quedaron prensadas, por eso tuvieron que amputárselas.
Actualmente está a un lado de Blue Jeans en Cuauhtémoc pidiendo dinero para sobrevivir, vive en las Cruces tiene un techo a causa de que cuida una casa de una señora , no tuvo hijos, tiene dos hermanos pero “es como si no existieran” pues están en Estados Unidos, la casa de sus papás la vendieron sus hermanos.
Para poder llegar a su destino un camión pasa a levantarlos y él mismo camión regresa por él .

DUERMO EN EL MERCADO CENTRAL

Con cara de cansancio y mal vestido está un hombre, de aproximadamente 75 años de edad, sentado afuera de la tienda Milano en la Avenida Cuauhtémoc en la Colonia centro pidiendo dinero.
Él es de una población cercana a Tlapa Guerrero y está en la ciudad de Acapulco porque en su tierra no hay trabajo, lleva dos meses aquí y dice que duerme en el mercado central, dice que en un mes de pedir dinero en la calle sacó quinientos pesos.
Éste hombre no habla español, pero al igual que otras personas que vienen de poblaciones, hace un esfuerzo por comunicarse con la gente. Vive con su esposa y con un hijo, hace unos años perdío a uno de los dos hijos que tenía.
Hoy no hay trabajo en su tierra y a causa de eso él está en la ciudad de Acapulco pidiendo ayuda económica para mantener a su familia.

TSUNAMI

A un camión llamado Tsunami (característico de Acapulco ponerle nombres a los camiones) se sube un hombre de aproximadamente 70 años, al subir observa al poco pasaje que lleva el camión y comienza un discurso pidiendo ayuda.
Dice que vive sólo, pues no tiene hijos, dice estar muy enfermo y que ha sido operado hace poco y necesita dinero para sus medicamentos. De antemano les agradece a los pasajeros que lo hayan escuchado y pasa a cada uno de los asientos para recoger unos cuantos pesos que la gente le da para sus medicamentos.
Conforme recibe la limosna que le dan, les bendice diciendo “cristo te dará sabiduría” “cristo vive” .
Da las gracias a todos y se baja del camión en la zona centro de la ciudad y sube a otro camión para continuar con su labor.

"REGÁLAME UN PESO"

Frente a la Plaza Cuauhtémoc se ven cuatro niñas pedir dinero a los conductores que esperan la señal del semáforo, poniendo caritas de tristeza y diciendo “regálame un peso”. Las cuatro son menores de 11 años, asisten a la escuela como los demás niños, tienen vivienda (en la colonia Las Cruces) y trabajan por las tardes.
Al otro lado de la banqueta una mujer las vigila que cumplan con su trabajo y no permite que se les acerquen, siempre está pendiente de que no haya periodistas cerca, por que dice que les han tomado fotos y cuando se publican los artículos, éstos escriben de más.
Las niñas dicen que el DIF les ha ofrecido ayuda, y su mamá la ha aceptado, no obstante las sigue haciendo pedir dinero en las calles.
Las pequeñas dicen no sufrir de violencia en su casa, simplemente ayudan a su papá a llevar dinero a la casa, por que él no gana mucho vendiendo hamacas en la Costera.
Las niñas dicen que tiene una familia muy grande y que muchos de ellos ayudan a conseguir dinero para la casa.

AÚN NO LLUEVE

Él es originario de Metlatono Gro. y mendiga en Acapulco por temporadas; normalmente lo hace en primavera, pues es cuando no hay nada que cosechar en su tierra.
Una vez que empiezan las lluvias, éste hombre de aproximadamente 65 años, regresa a su pueblo para sembrar sus tierras y después de levantar la cosecha y terminar de venderla regresa a Acapulco para conseguir dinero.
Él mendiga en la Avenida Cuauhtémoc, en el semáforo que está frente a la llantera Firestone. Cuando el semáforo está en rojo él aprovecha para pedir dinero a los conductores y de éste modo mantiene a su familia mientras vuelve la temporada de cosecha.

"¿ME REGALAS TU REFRESCO?"

Una tarde al pasar creca de un puente que está a un lado de Gigante sobre la Avenida Cuauhtémoc, vi que caminaban por ahí 2 jóvenes, y se les acercó un muchacho, de aproximadamente 20 años, mal vestido, descalzo y sucio. Él les pidió a los jóvenes que caminaban por ahí “unos centavos” dijo él, para poder comer, uno de los muchachos sacó unas monedas y se las dio y continuaron caminando, entonces el muchacho (el mendigo) los alcanzó de nuevo, ésta vez lo hizo para pedirle un bote de refresco que llevaban los muchachos.
Los muchachos sin dudarlo le regalaron el bote, que aún contenía líquido, y al tenerlo el muchacho en su poder, caminó a la parte baja del puente (que es un lugar en el que hay muchos niños de la calle, drogadictos y demás) vació el líquido, cortó el bote a la mitad, se acercó a otra persona (ésta aparentaba mayor edad) y compartieron un líquido blanco que vaciaron los restos del bote… era resistol, y acto seguido, comenzaron a inhalarlo.
Éste es un caso muy visto, jóvenes que piden dinero para mantener sus vicios, y hay gente que prefiere darles lo que quieren a cambio de que los dejen en paz o simplemente por ahorrarse un problema violento con un muchacho que mendiga y que además tiene adicciones.

SE HACE ENTENDER

Él es originario de Tlapa Guerrero, es un hombre de edad avanzada que está por las tardes frente al Hotel Emporio pidiendo dinero para poder alimentarse y alimentar a su familia, pues dice él que anteriormente trabajaba en el campo (en Tlapa) y su mujer hacía memelas para vender.
Cuenta que una vez, trabajando en el campo, un toro lo arrastró y a causa de esto él ya no puede trabajar, pues se lastimó un ojo y no obstante con eso, ahora depende de un bastón porque sin él no puede caminar.
También se dedicaba a hacer sombreros, pero dice que no le convenía ese negocio, porque le pagaban un peso por sombrero y con eso no le alcanza para vivir.
Por eso está en Acapulco, dice que viene a hacer por la vida, y con su escaso español él se hace entender, y pide apoyo económico para poder vivir.

EN DIALECTO

En la Costera Miguel Alemán, hay un sinnúmero de mendigos, la mayoría de ellos son indigentes.
Hay una mujer de aproximadamente 70 años de edad que deambula frente al Centro de Convenciones, es originaria de Tlapa Gro. tiene en Acapulco aproximadamente un mes y habla poco español.
Ella pide dinero para poder alimentarse, y cuando alguien le da una moneda lo llena de bendiciones en dialecto.
Come lo que puede, y duerme donde se pueda acomodar.